El Inconsciente Liberado Transformando el Mundo
* Carolina Beresi
Creo en la futura armonización de estos dos estados, aparentemente tan contradictorios,
que son el sueño y la realidad, en una especie de realidad absoluta,
en una sobrerrealidad o surrealidad, si así se
puede llamar.
"Manifiestos del surrealismo" (1924)
En un contexto marcado por la crisis europea de pos guerra, con las imágenes de la destrucción, la muerte, la guerra, el hambre y la desolación de la vida muy presentes, durante la década del 1920, va a surgir con fuerza la necesidad de encontrar otras formas de interactuar con la realidad.
Bajo la propuesta "cambiar la vida y transformar el mundo" el poeta André Bretón va a convocar a muchos de los artistas de su época. Los va a comprometer con una nueva propuesta creativa conocida desde entonces como Surrealismo.
Bretón es considerado el padre del Surrealismo a partir de que en 1924 publicara su "Manifiestos del Surrealismo" donde apoya la libre expresión y la liberación del inconsciente. En dicha obra encontramos la frase "Lo maravilloso es siempre bello, todo lo maravilloso es bello, de hecho, sólo lo maravilloso es bello."
Este movimiento, va persiguiendo una realidad nueva, absoluta, una súper realidad que exprese verdaderamente las emociones, la libertad, los sueños, lo maravilloso, la fantasía, la imaginación, los instintos, lo misterioso y, sobre todo, el mundo interior de los artistas, buceando en el inconsciente como fuente de la imaginación.
A través de esta manifestación tan peculiar del arte, se genera como nunca la inmersión profunda en el mundo de los sueños y del subconsciente a través de la literatura, la pintura, la música, el cine, la fotografía, el muralismo.
Los surrealistas exploran terrenos creativos nuevos, se proponen ser un movimiento artístico de vanguardia que busca, además de la indagación del subconsciente, la expresión más libre de la imaginación, escapando lo más lejos posible de la razón.
Pero sus obras no se limitan a la manifestación de sentimientos individuales, sino que también reclaman la atención sobre temas generales y sociales, porque este movimiento tiene un objetivo revolucionario: buscan hacer estallar a la sociedad burguesa y sus valores éticos, estéticos y morales.
Esperan ser una revolución artística que se va a plasmar en la utilización del "absurdo" para conseguir una sobre realidad o una realidad por encima del contexto en que les toca vivir.
Estos artistas nos van a sorprender intensamente, tal como lo hizo René Magritte con su obra "La traición de las imágenes", de la que se destaca la famosa pintura "Ceci n'est pas une pipe" (Esto no es una pipa). Lo que, sin dudas, nos trae numerosos cuestionamientos sobre la imagen, el lenguaje y la misma realidad.
Este artista expone con claridad sus objetivos cuando manifiesta que "Mi propósito al pintar es hacer visible el pensamiento".
También podemos mencionar a Max Ernst, quien fue pintor, escultor, artista gráfico y poeta. Se destacó por su experimentación permanente y por tener una visión del mundo como algo irracional e ilógico luego de haber participado en la II Guerra Mundial y experimentado el sufrimiento que la guerra trae consigo.
Su deseo de transformar el mundo se ve reflejado en la siguiente frase: "No puede haber una revolución total sino una revolución permanente. Como el amor, es el goce fundamental de la vida".
El Surrealismo se destacó por la búsqueda de técnicas innovadoras, que desplieguen al máximo el uso de la imaginación y del inconsciente como herramienta central. Un ejemplo de los ejercicios de creación colectiva utilizados por los surrealistas está dado por técnicas como el "Cadáver Exquisito", que consiste en una práctica donde la producción artística se realiza por turnos. Así, un artista, elabora una parte de la obra y luego la entrega a otra persona que desconoce (porque no puede ver) lo hecho anteriormente. Por lo que el nuevo participante debe continuar una obra haciendo un uso mínimo de su voluntad consciente.
Sin embargo, el desarrollo de este movimiento en Europa se vio afectado por el estallido de II Guerra Mundial, que dispersó a sus miembros por el mundo. De este suceso geopolítico va a surgir México como un lugar de libertad desbordado, el segundo hogar del surrealismo.
Dalí, quien es considerado como uno de los exponentes más conocidos del Surrealismo va a expresar sobre este país una frase que nos da una idea muy acabada de la importancia de los aportes de México a este movimiento: "De ninguna manera volveré a México; no soporto estar en un país más surrealista que mis pinturas".
Se trata de un movimiento de carácter universal, que traspasó fronteras físicas y temporales que ayudaron a redefinir formas de ser y de hacer arte, conjuntamente con una nueva forma de percibir al mundo.
Justamente estos objetivos últimos son los que le van a permitir pensarse como un movimiento revolucionario que se propone atacar a la sociedad burguesa y su decadencia.
A pesar de lo fascinantes que nos puedan resultar sus producciones, está claro que el Surrealismo utiliza las distintas expresiones artísticas solamente como vehículos para la manifestación de sus ideas, entre las que se encuentran la liberación del inconsciente y del ser profundo que permitan los cambios deseados para el hombre y la consiguiente transformación del mundo.