
Entrevistar Desde el Trabajo Social
* Por Carolina Beresi

Mas allá de aspectos específicamente técnicos relacionados con la realización de entrevistas, desde el Trabajo Social contamos con esta herramienta como un medio fundamental para obtener información y reconstruir hechos .de la vida individual, familiar o comunitaria.
Con el uso de ésta forma de obtener información el Trabajador Social se posiciona en el lugar de entrevistador frente al sujeto o personas que se convertirán en los entrevistados y con quienes mantendrá un diálogo que tiene, como sabemos, un fin específico.
Al realizar una entrevista, el profesional se propone como objetivo conocer algunos aspectos determinados que pueden tener importancia para su intervención.
¿Que tipos de entrevistas usamos?
Los tres tipos de entrevistas utilizadas habitualmente por Trabajadores Sociales en su intervención son las siguientes:
- Entrevista Estructurada o Cuestionario, Se compone de preguntas cerradas o estandarizadas que persiguen respuestas simples y determinadas. Normalmente se utiliza un esquema de respuestas binario (sí o no).
- Entrevista Abierta. Buscan obtener una opinión o reflexión profunda del entrevistado, por lo que utiliza preguntas orientadoras o ejes temáticos sobre las que el entrevistado puede opinar libremente.
- Entrevista Semiestructurada. Se compone de una guía de preguntas que permite utilizar tanto preguntas concretas como preguntas abiertas y ejes temáticos, permitiendo mayor libertad en las respuestas.
Cada tipo propuesto se podrá utilizar de acuerdo a las necesidades del profesional y permitirá obtener diferentes calidades de respuesta.
Las entrevistas estructuradas no permiten libertad para responder y al ser estandarizadas nos facilitan la realización de comparaciones. También son indicadas para identificar puntos de interés común, temas centrales en determinados grupos, aspectos que no resultan relevantes para cierto tipo de personas, cantidades o magnitudes relacionadas con determinadas circunstancias.
Mientras que la entrevista semiestructurada nos permite obtener un poco más de libertad en las respuestas. Podremos combinar preguntas cerradas para estandarizar algunos aspectos de la entrevistas y también profundizar en aquellas particularidades que nos parezcan relevantes.
Por su parte, las entrevistas abiertas se relacionan directamente con la percepción del entrevistado, su cosmovisión, los aspectos que a él le parecen importantes, dando lugar a que responda siempre lo que desee ya que no se le proponen opciones. Este tipo de entrevistas son utilizadas habitualmente en investigaciones de tipo cualitativas.

¿Qué ventajas nos brinda la entrevista?
La entrevista, cualquiera sea su presentación, siempre será un instrumento para conocer lo que los sujetos saben, lo que piensan, lo que perciben como real, sus conductas, sus valores y sus conductas en situaciones determinadas.
Es por ello que la entrevista y el análisis de los resultados obtenidos en ella siempre van a implicar un proceso por el cual nosotros, los Trabajadores Sociales, podremos trabajar con la información lograda para develar significados relevantes en la percepción del sujeto entrevistado.
Es decir que los datos brindados nos permitirán sumergirnos un poco más en el modo de producción de subjetividad de cada persona entrevistada, en sus puntos de vista acerca de una situación puntual y acercarnos a su percepción de la realidad.
Sin embargo, será el Trabajador Social, al planificar su entrevista, los ejes a trabajar, definiendo la información que pretende obtener, quien delimitará el contexto del que surgirá el texto, el contexto y el subtexto.
Cada entrevista requerirá que se establezca un encuadre que le dé sentido a la intervención y que permita, luego, realizar una interpretación ajustada de la información obtenida de acuerdo al marco teórico - referencial de cada profesional para llegar a un Diagnóstico Social preciso.
La Entrevista como detección de aspectos negativos
Si tenemos presente que la entrevista es una herramienta que, además de todo lo mencionado, también nos brinda información que podría ser considerada como "negativa" acerca de la persona grupo o comunidad entrevistada, no sería difícil entender que muchas veces los sujetos traten de disimularla u ocultarla para evitar connotaciones negativas con respecto a su persona.
Mediante ella podemos llegar a obtener información acerca de dificultades existentes en aspectos relevantes de su vida, la presencia de resistencias en su actitud a determinadas situaciones, apertura o cierre a nuevas propuestas, adaptación a los cambios, niveles de resiliencia, actitudes hostiles, problemas de autoestima, violencia o agresividad, entre muchos otros aspectos.
Esta información, que claramente es sensible, debe ser evaluada con mucha responsabilidad para no dar lugar a malas interpretaciones por parte de otras personas (funcionarios o autoridades) que tengan poder de decisión. Nuestra tarea, en este caso, debería ser siempre educadora, dadora de sentido y, fundamentalmente, convertirse en una mirada transformadora de esas realidades detectadas.
¿Qué es el rapport en la entrevista?
En general los Trabajadores Sociales conseguimos desarrollar ampliamente aquellas habilidades necesarias para lograr una buena conversación y una sensación de afinidad con los entrevistados. Esto da por resultado un buen rapport o buena conexión con los sujetos entrevistados.
El rapport se logra con un adecuado nivel de empatía que, en los hechos, se traduce en la demostración de interés en lo escuchamos como entrevistadores, en el reconocimiento de los distintos estados emocionales que atraviesan los entrevistados durante el desarrollo de la entrevista, el respeto al sentido que la persona le atribuye a los hechos que relata o la valoración de sus opiniones como tales.
No solamente eso, para lograr los resultados que perseguimos, debemos aprender a generar espacios donde la persona se sienta segura y "ganarnos" la confianza de los entrevistados.
De lo contrario, solo conseguiremos respuestas de compromiso, que permitan al entrevistado terminar rápidamente la entrevista y salir de una situación que puede parecerle incomoda, o bien, inútil.

¿Cómo lograr fluidez en la entrevista?
Cualquier entrevistado puede utilizar algunas de las siguientes estrategias para promover la fluidez y el intercambio en las entrevistas de tipo semiestructuradas o abiertas:
- Asentir o negar con la cabeza ante una respuesta determinada
- Repetir las últimas palabras de la respuesta
- Utilizar la última frase para construir una nueva pregunta
- Solicitar que amplíe algún concepto
- Solicitar aclaraciones acerca de términos o frases
- Repreguntar cuando considere que es necesario
- Brindar un punto de vista premeditadamente equivocado
- Plantear temas en términos colectivos, para evitar la perspectiva individual
- Hacer comentarios o preguntas para relajar situaciones de tensión
Actitud del entrevistador
Siempre que estemos dirigiendo una entrevista como herramienta de intervención del Trabajo Social nos encontramos en un estado muy activo.
En nuestro interior interactúa mucha información que va, de alguna manera, conformando el entramado de interrogantes que derivaran en preguntas o ejes de trabajo.
Para ello cada entrevistador relaciona los datos que ha obtenido, plantea hipótesis, las cuestiona, las confirma, las refuta, interpreta datos, toma nota de palabras significativas y de todo aquello que puede advertir durante el transcurso de la entrevista.
Convertirse en un buen entrevistador requiere de mucha práctica y de un alto grado de flexibilidad que permita la adaptación permanente a los contextos cambiantes que se le pueden presentar.
Recordemos que no hay un buen entrevistador sin una buena estrategia que le asegure respuestas valiosas y llenas de sentido para los entrevistados y, especialmente, para el entrevistador, que necesita dicha información.
Cierre de la Entrevista
Un aspecto muy importante en la planificación y realización de una entrevista se refiere a su duración.
Se debe considerar que el abuso del tiempo del otro genera mala predisposición y respuestas sin compromiso con la información que buscamos.
Las necesidades del investigador son importantes, pero los entrevistados no son artefactos que se encuentran a nuestra disposición únicamente para satisfacer nuestras demandas. Es por ello que siempre se debería acordar días, horarios y lugares adecuados para realizar el o los encuentros.
Tener en cuenta estos aspectos nos evitaran un abuso en el ejercicio de la entrevista y mejorará la conexión con los entrevistados.
Debido a que la entrevista siempre rondará sobre la historia de la persona entrevistada, algunos hechos puntuales relacionados con su vida y a sentimientos, opiniones y emociones que surgen de estos hechos, la finalización de la entrevista nunca debería darse de forma abrupta, interrumpiendo los flujos de diálogo y emociones que se ponen en juego en ese momento.
Esta herramienta del Trabajo Social nos acerca a las personas, a su realidad, a sus proyectos, esperanzas y también a sus dificultades y sus carencias.
La interpretación que hagamos de los datos obtenidos puede, muchas veces ser definitoria, decisiva y concluyente en la vida de personas, familias o comunidades.
Tratemos de manejar esta herramienta con responsabilidad, buscando siempre la posibilidad de cambio en la vida de quienes requieren nuestros servicios. Como podría decirnos Paulo Freire, utilizando siempre la dialéctica teoría / práctica para sostener una praxis que provenga de la reflexión y que nuevamente vaya hacia ella para que hacer verdad esta idea de transformar realidades.